26 dic 2013

Macroeconomía en recuperación: la Argentina post-crisis





En el segundo capítulo del libro “Crisis, Recuperación y Nuevos Dilemas” tres prestigiosos economistas, Cetrángolo, Heymann y Ramos, abordan el aspecto macro de la recuperación 2002-2007. El lenguaje en el que escriben es bastante técnico.


El capítulo comienza recordando que en Argentina no existe una noción de ciclo alrededor de una tendencia. La primera afirmación que llama la atención es que el PBI per cápita de 2007 es un 11% superior al de 1998. Ciertamente es importante, pero un crecimiento de apenas 1,2% anual (Según Ariel Corenberg en Measuring Argentina's GDP Growth, en el período 2007-2012 el crecimiento anual fue de 1,5%. 2012 tuvo un producto por habitante 15,6% mayor a 1998). La caída entre 1998, el punto superior del anterior ciclo, y el pozo de la crisis fue comparable a 1929, aunque no el peor de la historia  que se dio a finales del siglo XIX.

Les propongo un resumen de las características del período de recuperación: 

Tipo de cambio alto

Mayor peso del comercio exterior: Debido al aumento de precios y cantidades las exportaciones crecieron fuertemente (y más que las importaciones). El período se caracterizó por un gran superávit comercial. Los rubros que más contribuyeron a esta explosión de las expo fueron: mineral de cobre; aceites y subproductos; automotores; productos químicos y plásticos. También aumentaron fuertemente las expo de azúcar, hortalizas y frutas y bebidas.

El ahorro se mantuvo alto debido a la actitud precautoria de los agentes. A su vez, el coeficiente de inversión (tanto en construcción como en equipo durable) fue elevado, principalmente debido a la inversión del sector privado.

A nivel firma, la reestructuración de pasivos y el aumento de márgenes empresariales permitieron un mayor autofinanciamiento.

Superávit fiscal, especialmente del Estado Nacional. Por un lado disminuyeron los pagos al personal. Por el otro aumentaron los ingresos fiscales, entre otros, por los derechos sobre las exportaciones de productos primarios, confirmando la teoría de que estos son procíclicos. También aumentó el gasto asistencial que permitió una mejora de los indicadores sociales, aunque se siguieron ubicando en niveles relativamente elevados.

Utilización de recursos ociosos: tanto los recursos de capital como los humanos.

El peso siguió actuando como medio de pago y denominador de precios. No se ajustaron los salarios por la devaluación de la moneda extranjera.

Es interesante notar que según los autores el período se caracterizó por el optimismo. Advierten que en el pasado episodios de gran optimismo produjeron expectativas que forzaron ajustes y, finalmente, rotura masiva de promesas.


En mi opinión el análisis macro permite hacerse una noción de lo que fue la recuperación en Argentina entre 2002 y 2007. También es importante destacar que siempre se deben comparar los puntos altos del ciclo para tener una mejor perspectiva. Así, el PBI de 2007 no parece ser extremadamente más alto que el de 1998. A modo de ejemplo, el PBI per cápita chino creció aproximadamente 9% al año en el mismo período (desde un punto más bajo) mientras que el argentino lo hizo tan sólo 1%.

También es importante señalar que había tensiones que se vislumbraban en aquel momento y que finalmente se resolvieron de una manera que modificaron las características del período. En especial el tipo de cambio alto y el superávit fiscal así como la ociosidad de la capacidad instalada fueron paulatinamente decreciendo con el tiempo. A su vez, se continuaron con políticas pro-cíclicas y de aliento al consumo en un contexto macroeconómico diferente. Al parecer, aplicar los mismos remedios ante diagnósticos y anacrónicos fue y es una característica de la macro argentina. 

Foto: Por dan http://www.freedigitalphotos.net/


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